E&R organiza junto con AREX y Foro ResponsabilizaRSe, una jornada sobre Internacionalización Responsable.
14/2/2018. La internacionalización no se puede concebir ya sin tener en cuenta conceptos como los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU), la innovación o la Responsabilidad Social Empresarial. Esta afirmación es la principal conclusión a la que se ha llegado en la mesa redonda que han organizado esta mañana Aragón Exterior y el Foro Responsabilizarse, en colaboración con Estrategia y Responsabilidad.
La mesa redonda -moderada por Pablo Martín, director de Corresponsables España- ha contado con las intervenciones de responsables de las empresas aragonesas Inycom y Arpa EMC, que han trasladado sus experiencias en estos ámbitos; de Carolina Rius, consultora especializada en proyectos de internacionalización, que ha explicado las oportunidades que ofrecen los negocios inclusivos y sostenibles; así como de un delegado de Intermon Oxfam, que ha detallado qué aspectos deben tener en cuenta las empresas para lograr una internacionalización responsable.
«La industria aragonesa tiene que apostar por la internacionalización si quiere ser más competitiva, pero de puertas para fuera tenemos que trabajar para que los ODS estén en la acción de la empresa, en la sostenibilidad, en la eficiencia energética, en la economía circular… Todas estas cuestiones deben estar presentes en la internacionalización», ha remarcado Ramón Tejedor, director gerente del Instituto Aragonés de Fomento (IAF).
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son un llamamiento universal de Naciones Unidas para la adopción de medidas que pongan fin a la pobreza, para proteger el planeta y para garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad. En este reto, la ONU ha buscado la participación activa de todos los actores sociales, incluidas las empresas y las instituciones públicas.
«La ONU aprobó los ODS en septiembre de 2015 y, en noviembre de ese mismo año, los agentes sociales de Aragón suscribieron con el Gobierno de Aragón el Plan de Responsabilidad Social. Son dos carriles de la misma autopista, con objetivos comunes. Este año, el tercero desde la puesta en marcha del Sello de Responsabilidad, queremos hacer una valoración de la implicación de las empresas aragonesas con los ODS», ha adelantado el director gerente del IAF.
Tejedor se ha referido también a la relación directa que existe entre responsabilidad empresarial e internacionalización: «En otros mercados existen dificultades como la cultura del país, la legislación propia o exigencias legales que pueden tener umbrales muy inferiores a los de la Unión Europea. Pero nunca hay que perder de vista el compromiso de la RSE, mucho más allá de lo que establecen los estándares legales».
Experiencias aragonesas: Inycom y Arpa EMC
¿Cómo afrontan las empresas aragonesas el binomio entre internacionalización y sostenibilidad? Inycom, que suma 730 trabajadores, cuenta con una sede en Ecuador desde finales del año pasado, país en el que ya se ha adjudicado varios contratos relacionados con la tecnología en hospitales y universidades. Este año se producirá el salto a Alemania. Máximo Valenciano, presidente de la compañía, ha afirmado en la jornada: «Una empresa sostenible no es competitiva, una empresa competitiva es sostenible. La sostenibilidad es el resultado de unas prácticas en eficiencia, procesos… y todas estas buenas prácticas te llevan a ser sostenible. La sostenibilidad es la causa final, no el objetivo».
Valenciano, que ha señalado que «la ética de las personas no se puede controlar, pero sí la de la compañía» también ha hecho hincapié en la relación entre internacionalización, sostenibilidad e innovación. Inycom participa en ocho proyectos de Horizonte 2020 «y en nuestra empresa está separada la “i” de la “I+D” porque la innovación es un concepto transversal. No concebimos la internacionalización sin innovación».
La mesa redonda también ha contado con la intervención de Ángela Negrete, directora de Operaciones de Arpa EMC, empresa especializada en equipos móviles de campaña. «Este año cumplimos el 50 aniversario, pero la empresa se internacionalizó desde el minuto 1», ha apuntado. Ese ADN exportador está directamente relacionado con la forma de trabajar de la compañía: «Hay que hacer las cosas bien, en España y en cualquier sitio, y en ese proceso la RSE es básica, ya sea para adaptar los productos a nuestros clientes, escuchar a los usuarios, cumplir la legislación, hacer manuales en su idioma… Para las pymes, estas vicisitudes se hacen más difíciles porque tenemos menos medios, pero instituciones como la Cámara de Comercio o Aragón Exterior son fundamentales para hacer nuestra labor».
«Respecto a la RSE, tenemos un reto: entendemos que podemos transmitirla desde dentro hacia fuera. Hacemos productos que mejoran la vida de las personas. A pesar de ser una empresa pequeña sí creemos que tenemos una contribución que hacer porque nuestros diseños y desarrollos contribuyen a mejorar la vida de las personas», ha afirmado Negrete, que ha apuntado que tienen los ODS visibles desde la recepción de la empresa.
Nuevos mercados para negocios inclusivos y sostenibles
La economía sostenible también abre nuevas vías de negocio para la internacionalización. Carolina Rius, consultora de internacionalización en Roots for Sustainability, ha explicado en qué consisten los modelos de negocio inclusivos y sostenibles, un modelo de negocio que ofrece muchas oportunidades a las pymes.
¿Pero qué son los negocios inclusivos y sostenibles? «Significa que vamos a hacer negocios con un nuevo mercado de segmentación social, el conocido como la base de la pirámide, en el que se incluyen las personas que viven con menos de cuatro dólares al día. Es un mercado que no se mide con extensión geográfica sino con personas y que abarca el 70% de la población mundial. Todas las empresas de países desarrollados nos estamos peleando por el 30% de la población mundial con un poder adquisitivo determinado, pero muy pocas empresas van a ese otro 70%», ha señalado Rius como oportunidad de negocio.
«Se tiene la idea de que la base de la pirámide no es un mercado rentable, pero los negocios inclusivos son una manera nueva de hacer negocios para integrar en la cadena de valor a estas comunidades vulnerables. ¿Qué pretenden estos negocios? Generar impacto positivo con nuestra actividad».
¿Qué ha cambiado para que hacer negocios con ese segmento de la población mundial sea viable? «La demanda agregada: cada vez más gente se mueve hacia las ciudades, lo que facilita el acceso a la población; la tecnología, que ha aumentado la competitividad y existen nuevos métodos de investigación de mercados; el conocimiento, ya que tenemos más información sobre las personas de bajos ingresos; y los modelos de gestión y negocio, ya que la sostenibilidad crece como eje de competitividad empresarial», ha apuntado Carolina Rius. « Los negocios inclusivos tienen tres ejes: generar valor; tecnología y conocimiento; y co-crear y compartir».
Los retos globales van creciendo y Naciones Unidas se dirige a las empresas para que participen en la mejora de la calidad de vida y en estos retos. ¿Pero cómo se puede acceder a este mercado? ICEX lanzó el año pasado el programa Impacto Positivo y la Agencia de Cooperación Española convocó por primera vez una licitación para empresas de innovación para el desarrollo. «Las primeras pymes que tengan acceso a esta información serán las primeras en acceder a esos fondos con menos competencia».
«Pensar en cómo ser más sostenible genera otras mejoras en la empresa que mejoran la competitividad. Es un círculo virtuoso. Hay que comprender el contexto para modular las terminologías para captar oportunidades y financiación»
Rius ha puesto dos ejemplos de empresas inclusivas que operan en África: Solaris, que suministra placas solares a los hogares de Tanzania, cuyos dueños realizan los pagos a través de SMS, y Hello Tractor, una compañía que ha diseñado un tractor específico para las necesidades de los agricultores y que incluso se puede alquilar por horas desde un smartphone. «La innovación y la ventaja competitiva están en el modelo de negocio. Son modelos escalables y, en el caso de los tractores, colaborativas. Utilizan la tecnología para acceder a nuevos mercados, generando un impacto positivo», ha apuntado la consultora.
«La tecnología está disponible, pero estas empresas conocen muy bien las etiquetas y el ecosistema que da acceso a financiación preferente, agencias de cooperación y fondos de impacto social. Es fundamental colaborar con el ecosistema para obtener financiación preferente y acceso a innovación», ha recomendado Rius.
Internacionalización responsable
En la mesa redonda también ha intervenido Miguel Alba, responsable de Desigualdad y Sector Privado de Intermon Oxfam, quien ha apuntado que las empresas «deben tener en cuenta las “externalidades”: deben integrar la responsabilidad social y ambiental en sus prácticas de negocio de manera que eviten contribuir a profundizar en la pobreza y la desigualdad. El reto se hace mayor cuando las empresas deciden internacionalizar su actividad. Existe el riesgo de dumping social, que puede ser malinterpretado como ‘ventajas competitivas’».
«La internacionalización no puede hacerse a cualquier precio: no en perjuicio de las personas y de la vulneración de derechos. Una gestión responsable es beneficiosa para la empresa y para la sociedad», ha señalado el responsable de Ofxam, que ha enumerado tres ámbitos en los que las empresas deben prestar especial atención para lograr una internacionalización responsable: las prácticas laborales (el empleo tiene que ser digno y de calidad, tanto el directo como el indirecto); la actividad empresarial (no vulnerar los derechos humanos) y las prácticas fiscales (evitar las oportunidades de planificación fiscal, alineando el pago de impuestos con la actividad económica).
Para lograr estos objetivos, Alba ha señalado que es importante realizar una consulta previa, libre e informada y crear canales de diálogo con la comunidad local, así como primar la transparencia en las actividades. «Los estándares legales de cada país pueden no ser suficientes. Frente a ello, debemos adoptar marcos normativos internacionales como los principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos de la ONU, el Pacto Mundial de Naciones Unidas, las normas y convenios de la OIT o las líneas directrices de la OCDE para multinacionales», ha añadido.
El delegado de Intermon Oxfam ha concluido con unas recomendaciones para las empresas que apuestan por la internacionalización: partir de una reflexión sobre el valor añadido de la actividad para la comunidad local, prever las repercusiones sociales y medioambientales derivadas a lo largo de toda la cadena de suministro, establecer normas y políticas que garanticen el cumplimiento de las normas laborales internacionales de trabajo establecidos por los convenios de la OIT, poner en marcha una política específica orientada hacia las mujeres, respetar el principio de consulta previa, libre e informada de comunidades afectadas y adoptar políticas de transparencia de las actividades, prácticas y políticas laborales, proveedores y fiscales.